Nunca le perdoné a mi hermano gemelo que me abandonara durante siete minutos en la barriga de mamá, y me dejara allí, solo, aterrorizado en la oscuridad, flotando como un astronauta en aquel líquido viscoso, y oyendo al otro lado cómo a él se lo comían a besos. Fueron los siete minutos más largos de mi vida, y los que a la postre determinarían que mi hermano fuera el primogénito y el favorito de mamá".
Desde ese momento mi vida cambió, ¡yo tenía que haber sido el primero!, pese a que sea mi hermano, no nos parecemos en nada, él únicamente se aprovecha de ser el ojo derecho de mamá, pero cuando se dé cuenta de que la estas utilizando y no te importa nada, se te acabará. Y ahí es cuando aparezco yo y me llevo todo lo que tú no has sabido aprovechar, en ese momento mamá se dará cuenta que en realidad quien tenía que ser su ojo derecho era yo ¡y no tú!
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